Tierra del Fuego avanza en la protección de bosques nativos con fondos nacionales destrabados
La provincia financiará ocho proyectos de conservación, restauración y desarrollo comunitario, beneficiando áreas protegidas y comunidades locales, tras un acuerdo clave que unificó recursos retrasados por cambios en políticas ambientales.
La provincia de Tierra del Fuego concretó un hito en la preservación de sus bosques nativos al destrabar fondos nacionales que permitirán ejecutar ocho planes de conservación, restauración y manejo sostenible.
Tras meses de gestiones, la Comisión Consultiva de Bosques Nativos logró unificar los montos correspondientes a las convocatorias 2023 y 2024, superando obstáculos generados por la disolución del fideicomiso ambiental nacional y ajustes en las políticas federales.
Los proyectos, seleccionados bajo criterios de equidad y eficiencia, abarcan desde la recuperación de bosques incendiados hasta el fortalecimiento de comunidades indígenas y la conservación de áreas protegidas.


El anuncio se formalizó durante la primera reunión del año de la Comisión, donde se revisaron los alcances de cada iniciativa y se ajustaron los montos asignados.
Entre los planes aprobados destacan el Plan Integral Comunitario de la comunidad Rafaela Ishton, enfocado en la gestión territorial indígena; la restauración de bosques de lenga afectados por incendios en el Lote 93; y la conservación del bosque costero Costa Onashaga. También se incluyen estrategias de ordenamiento silvícola y protección en reservas como el Jardín Botánico de Ushuaia y el Corazón de la Isla.
Andrea Bianchi, secretaria de Ambiente provincial, resaltó el impacto dual de los fondos: «No solo aseguramos la conservación de los ecosistemas, sino que generamos beneficios tangibles para las comunidades que dependen de ellos».
Los recursos, distribuidos de manera participativa, buscan consolidar una política ambiental de largo plazo, combinando protección ecológica con desarrollo social.
La medida marca un precedente en la gestión de bosques nativos, reforzando el rol activo de Tierra del Fuego en la defensa de su patrimonio natural frente a amenazas como los incendios y la degradación.

