Temporal impide exploración de restos del Monte Cervantes en el Beagle

Las inclemencias del clima obstaculizan la misión de exploración submarina que buscaba capturar imágenes de los restos del “Titanic argentino” en el canal Beagle, dejando aún oculto uno de los naufragios más emblemáticos de Tierra del Fuego.

Un grupo de expedicionarios liderado por el ingeniero electrónico Carlos Pane y conformado por estudiantes universitarios se vio impedido de alcanzar los restos del naufragio del Monte Cervantes, conocido como el “Titanic argentino”, debido a un temporal de viento, nieve y granizo que se desató en el canal Beagle.

El objetivo de la misión era llegar hasta las cabinas y las chimeneas del barco, ubicadas a una profundidad de aproximadamente 30 a 35 metros, y capturar imágenes de la lámpara de navegación y otros elementos de interés relacionados con el naufragio. Sin embargo, diversos obstáculos surgieron durante la travesía, según informa la agencia Télam.

Por un lado, una alerta sobre la presencia de orcas en la zona llevó a tomar la decisión de no sumergir a los buzos por razones de seguridad. Por otro lado, el temporal resultó ser más intenso de lo previsto, lo que generó problemas en el manejo remoto de los drones utilizados en la exploración.

Foto: Cristian Urrutia

“Se presentaron varios inconvenientes, todos propios del lugar y de esta época del año. En principio, el capitán del catamarán no pudo anclar en el sitio del naufragio por el oleaje, lo que amenazaba el cable de los drones. Luego, se desató una tormenta con viento y mucha corriente y mar de fondo que dificultaba el manejo de los drones y afectaba la claridad de las imágenes que buscábamos”, explicó Carlos Pane.

Pane, ingeniero electrónico graduado en la Universidad Tecnológica Nacional, investigador y docente de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, lideró esta misión como parte de un proyecto de su empresa Deepwater Engineering, dedicada a diversos proyectos de ingeniería aplicada, incluyendo la utilización de drones submarinos.

Esta no fue la primera exploración del equipo, ya que en febrero de este año habían investigado los restos del Vapor Sarmiento, otro barco hundido en el Canal Beagle en 1912. En esta ocasión, el objetivo era evaluar el estado de las cabinas del Monte Cervantes y buscar la lámpara de navegación, aunque eran conscientes de que gran parte de los restos se encontraban colapsados y cubiertos de vegetación marina.

La información de Télam da cuenta que la expedición partió desde el puerto de Ushuaia a bordo del catamarán Elisabetta 1 y navegó sin contratiempos hasta las cercanías del faro Les Eclaireurs. Sin embargo, una vez que se sumergieron los drones, las condiciones climáticas empeoraron debido a un frente de tormenta que se aproximaba al lugar del naufragio.

El manejo de los drones se volvió complicado debido al cable de control que podía enredarse en algas u otros obstáculos marinos. Además, el temporal hizo que el cable actuara como una vela, llevando a los drones fuera de la ruta prevista y aumentando el consumo de las baterías.

Foto: Cristian Urrutia

A pesar de los contratiempos, el equipo liderado por Pane continúa con su misión de relevar el patrimonio cultural sumergido en la zona. “Nuestra idea no persigue ningún fin económico, sino visibilizar el patrimonio cultural y dejar que los expertos en el tema decidan los pasos a seguir”, afirmó Pane.

El temporal impredecible en Tierra del Fuego generó un nuevo capítulo al misterio que rodea a uno de los naufragios más famosos e inaccesibles de la provincia. Por el momento, los restos del Monte Cervantes siguen ocultos en las profundidades del Canal Beagle, escapando tanto a los intentos de reflotamiento como a los registros fílmicos de sus partes supervivientes.