Épica travesía en velero desde Murcia a la Antártida

El navegante español Paco Henarejos completó un viaje de 17.000 millas náuticas, acompañado inicialmente por su pareja, Deva Prendes, antes de enfrentar en solitario el desafío de volver a casa.

El viernes 9 de mayo de 2025, el puerto de Cabo de Palos recibió con emoción el regreso del velero “El Holandés”, tras casi siete meses de ausencia. 

A bordo, Paco Henarejos, un experimentado marino de 54 años, culminaba una hazaña náutica que lo llevó desde las costas murcianas hasta las gélidas aguas de la Antártida y de vuelta, recorriendo más de 31.500 kilómetros. 

Su aventura, compartida en parte con su esposa, Deva Prendes, combinó el espíritu explorador con la pasión por la navegación sostenible y la conservación marina.

La travesía comenzó el 13 de octubre de 2024, cuando la pareja zarpó rumbo al sur con escalas en Fuerteventura (Canarias), Brasil y Argentina antes de cruzar el temido Cabo de Hornos. Juntos alcanzaron la isla Decepción, en la Antártida, donde visitaron la base científica española, un momento cargado de simbolismo. 

Sin embargo, tras cuatro meses de viaje, Deva, buceadora y activista ambiental, regresó en avión desde Ushuaia, dejando que Paco cumpliera su sueño personal: enfrentar en solitario el retorno a casa.

El viaje no estuvo exento de desafíos. Henarejos debió reparar una avería en el motor, esencial para avanzar durante las calmas chichas, aunque priorizó la vela por convicción ecológica.

En su ruta, el océano le regaló encuentros inolvidables: manadas de delfines, colonias de pingüinos sobre icebergs y, en un momento mágico, cientos de ballenas rodeando su embarcación en una bahía antártica. 

Mientras tanto, Deva contribuyó al proyecto recolectando muestras de agua para analizar microplásticos, vinculando la aventura a la ciencia.

El reencuentro en Cabo de Palos fue emotivo. Varias embarcaciones, incluida la goleta “Atrevida”, salieron a recibirlo al amanecer. Su hija, impaciente, saltó desde otro velero para abrazarlo antes de atracar. 

Ahora, “El Holandés”, preparado para nuevas travesías, ofrecerá excursiones para avistar cetáceos, cerrando un ciclo que comenzó hace cuatro años, cuando la pareja decidió convertir un sueño en realidad. 

La travesía no solo fue un testamento de habilidad náutica, sino también de amor al mar y a sus misterios.