Comenzó la temporada de visitas a la reserva natural de Península Mitre

La Secretaría de Ambiente de Tierra del Fuego habilitó el acceso desde el 1 de noviembre hasta el 15 de abril. El ingreso requiere un registro en línea y está sujeto a un estricto protocolo de seguridad y buenas prácticas ambientales para preservar el frágil ecosistema.

La provincia de Tierra del Fuego anunció la apertura de la temporada oficial de visitas para el Área Natural Protegida Península Mitre (ANPPM), que se extenderá desde el 1 de noviembre hasta el 15 de abril.

Este período, establecido anualmente, permite a visitantes particulares y operadores turísticos autorizados adentrarse en uno de los territorios más vírgenes y remotos del extremo austral argentino.

La medida se enmarca en la Ley Provincial N° 272, que otorga a la Secretaría de Ambiente la facultad de regular el acceso, la permanencia y las actividades dentro de las áreas naturales bajo su jurisdicción, con el objetivo de equilibrar el turismo con la conservación.

Ubicada en el sector sudoriental de la Isla Grande de Tierra del Fuego, Península Mitre representa un reservorio de enorme valor ecológico e histórico. Su paisaje, moldeado por fuertes vientos y un clima implacable, combina turbales milenarios, densos bosques de lenga, costas acantiladas y una vasta estepa.

Este ambiente agreste alberga una rica biodiversidad, con colonias de aves marinas y fauna autóctona. Debido a su extrema fragilidad y a las condiciones adversas, las autoridades enfatizan que el ingreso conlleva riesgos inherentes a la actividad en un medio natural hostil, por lo que se realiza bajo la responsabilidad propia de cada visitante.

Como requisito obligatorio, todos los excursionistas deben completar un formulario de Registro de Visitantes en línea, que posee carácter de declaración jurada. La constancia de este registro, emitida automáticamente al finalizar la carga, debe ser conservada y portada durante toda la estadía, ya que puede ser solicitada en los puntos de acceso o en cualquier momento del recorrido. Este procedimiento busca no solo tener un control de las personas dentro del área, sino también promover una visita consciente y preparada.

Para garantizar la seguridad, se difundió un exhaustivo listado de recomendaciones. Entre ellas, destaca la condición obligatoria de ingresar y permanecer acompañado, portar un botiquín de primeros auxilios y equipos de comunicación confiables como VHF-UHF o teléfonos satelitales.

Asimismo, es crucial contar con una tabla de mareas actualizada, dispositivos GPS, indumentaria y equipo de acampe adecuado para condiciones climáticas severas, víveres y agua potable en cantidad suficiente para un período prolongado, y un calentador portátil a gas homologado. Conocer el pronóstico del tiempo para el período de la visita es fundamental para planificar la travesía.

En paralelo, se insta a los visitantes a adoptar buenas prácticas ambientales para minimizar el impacto humano. Está terminantemente prohibido hacer fuego con combustibles sólidos como leña o carbón, siendo el uso de calentadores a gas la única alternativa permitida, siempre bajo estrictas medidas de seguridad. No se permite el ingreso con mascotas o armas de fuego, y está vedado arrojar cualquier tipo de residuo, extraer ejemplares de flora, fauna, rocas o bienes culturales.

Además, se debe transitar exclusivamente por las huellas preexistentes y mantener una distancia prudencial con la fauna nativa y sus áreas de nidificación, asegurando la preservación de este invaluable patrimonio natural para las generaciones futuras.

(Fotos: Gobierno de Tierra del Fuego)