Arqueólogos del CONICET conectan ciencia y turismo en el fin del mundo

Investigadores del CADIC de Ushuaia diseñan experiencias únicas para viajeros, revelando la historia de los pueblos originarios fueguinos a través de narrativas científicas y accesibles.

En el confín austral de Argentina, donde el viento modela la geografía y la historia se mide en milenios, la ciencia abre sus puertas para entablar un diálogo singular con el turismo global.

Un equipo de arqueólogos y paleoecólogos del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC, CONICET), con trayectoria de cinco décadas estudiando la relación entre las poblaciones humanas y los ecosistemas costeros del canal Beagle, desarrolló una innovadora propuesta de turismo científico en Ushuaia.

La iniciativa, fruto de una alianza con la operadora G Adventures y National Geographic, busca ofrecer a visitantes internacionales una experiencia enriquecedora basada en contenidos rigurosos sobre los pueblos originarios de Tierra del Fuego.

La investigadora del CONICET Ana Butto, especialista en el registro etnográfico fueguino y una de las responsables del vínculo, explicó que el proyecto representó un desafío intelectual para el equipo: crear una narrativa accesible y completa para un público sin conocimientos previos. “Esta sinergia nos ofreció la oportunidad de reunir y unificar estudios de distintos especialistas, debatiendo para armar una presentación actualizada. Para muchos turistas, esta es su primera aproximación a la problemática indígena sudamericana”, señaló.

El resultado es un dispositivo de divulgación que consiste en una secuencia de charlas impartidas en inglés dentro de las instalaciones del CADIC, dirigidas a contingentes de viajeros provenientes de países como Estados Unidos, Canadá, India y Gran Bretaña, entre muchos otros.

Estas visitas, que se extienden a lo largo de un semestre, forman parte de una oferta turística que promueve una experiencia de inmersión en la arqueología, la historia y la actualidad de los pueblos fueguinos.

Cada temporada, alrededor de 500 turistas llegan directamente desde el aeropuerto al centro científico, donde no solo reciben información precisa sobre los destinos patagónicos que visitarán, sino que acceden a conocimientos generados desde las Ciencias Sociales, aportados por especialistas de larga trayectoria.

Hasta el momento, se han realizado más de 30 de estas presentaciones, que buscan promover narrativas complejas y completas, incorporando también la voz de las comunidades originarias.

Este esfuerzo por vincular patrimonio, ciencia y turismo tiene un valioso antecedente en el proyecto “Puesta en valor del patrimonio arqueológico del Parque Nacional Tierra del Fuego”, liderado por la científica del CONICET Angélica Tivoli.

En aquella ocasión, el mismo grupo generó cartelería interpretativa y cuadernillos digitales gratuitos en varios idiomas, con la participación activa de la Comunidad Indígena Yagán Paiakoala. “Se buscó transmitir la profundidad temporal de la presencia originaria, su modo de vida en el pasado, e incorporar la perspectiva de un pueblo presente y vivo”, destacó Tivoli.

Aquella intervención, de gran alcance debido a la afluencia de visitantes al parque, sentó las bases para la actual propuesta, demostrando que el rigor académico y la divulgación accesible pueden conjugarse para enriquecer la experiencia del visitante y valorizar un patrimonio cultural de incalculable riqueza.

(Ph principal: gentileza investigadoras)