Argentina participa en la investigación de un accidente fatal en la Antártida

El accidente del crucero Viking Polaris ocurrió en noviembre en la Antártida, con el saldo de un muerto. La Junta de Seguridad en el Transporte se unió a la pesquisa noruega, que reveló riesgos en el inflado de botes y deficiencias en el diseño de las ventanas del barco.

En lo que las autoridades consideran un hito de cooperación, Argentina se involucró en la investigación del accidente del crucero noruego Viking Polaris en la Antártida. La Junta de Seguridad en el Transporte (JST) del país se sumó, como Estado con Interés de Consideración (SIS), en la pesquisa liderada por la Autoridad Noruega de Investigación de Seguridad (NSIA).

El incidente ocurrió el 28 de noviembre cuando, durante un paseo en un bote inflable, una cámara neumática explotó, dejando a dos pasajeros heridos.

El capitán decidió regresar al puerto de Ushuaia para la atención médica del pasajero herido, enfrentando adversidades climáticas. Durante el trayecto, el buque enfrentó una rompiente de ola que resultó en daños materiales, 8 heridos y una víctima fatal.

La colaboración de Argentina es clave, siendo la primera vez que brinda tal nivel de cooperación, vital para el éxito de la investigación.

La investigación reveló riesgos asociados con el inflado de estos botes, especialmente la falta de válvulas de emergencia. Los aportes argentinos permitieron el acceso a observaciones directas y registros en el puerto de Ushuaia, consolidando la posición de la JST como actor clave en la seguridad marítima antártica.

Conclusión principal del informe noruego

La NSIA destaca en su informe final que el barco fue golpeado por una ola, rompiendo ventanas y causando daños internos. El accidente, desencadenado por un incidente en un Zodiac, resultó en heridos y la evacuación médica. La tripulación no podía prever el riesgo de una ola rompiente tan fuerte.

Las condiciones del mar estaban dentro de los límites de diseño, pero las fuerzas de las olas superaron las capacidades de las ventanas. La NSIA señala deficiencias en el diseño de las ventanas y sugiere que los requisitos de presión son insuficientes para enfrentar cargas de olas rompientes.

(Ph: NSIA)