Un playero rojizo avistado en EEUU fue anillado hace 26 años en la Patagonia

Un ejemplar avistado en EE.UU. revela una sorprendente historia de supervivencia desde Río Grande, Tierra del Fuego, hasta el Ártico norteamericano. Un ejemplo de la importancia de preservar especies en peligro de extinción.

Un impresionante descubrimiento capturó la atención de científicos y amantes de la naturaleza. Un playero rojizo, especie migratoria que viaja desde Tierra del Fuego hacia el Ártico, con una escala en San Antonio, fue avistado en Delaware, Estados Unidos, y su historia ha dejado sorprendidos a los expertos, ya que el ave fue anillada en San Antonio, en la Patagonia argentina, hace al menos 26 años, en un acto de seguimiento y monitoreo de su migración.

El anillado, que consiste en identificar a las aves con una pequeña banderilla, permite conocer más sobre su especie y seguir su trayecto. Gracias a esta práctica, se confirmó que el playero rojizo avistado en Delaware había sido anillado en la provincia de Río Negro, debido a sus características únicas en la banderilla de identificación.

El hallazgo sorprende aún más al conocer la edad del ave. Nació en el Ártico de Canadá en 1997 o incluso antes, lo que significa que ha sobrevolado una distancia equivalente a un viaje de ida a la Luna en sus repetidos vuelos entre Tierra del Fuego y su sitio de reproducción en el extremo del hemisferio Norte. Estas cifras récord en la especie se convierten en un alentador indicio para una población que ha sido declarada en peligro de extinción crítico.

El playero rojizo proveniente de Tierra del Fuego llega a la bahía de San Antonio en marzo, mudando su plumaje gris no reproductivo por uno rojo mientras se prepara para su reproducción en el Ártico de Canadá. Descansan y se alimentan en ese lugar antes de emprender un vuelo sin pausas de más de 6000 km hacia su siguiente escala.

Este sorprendente avistamiento en Delaware, realizado por Ryan Burrell y su equipo de investigadores de aves migratorias, generó gran interés en la comunidad científica y naturalista. Aunque no lograron capturar imágenes del ave, los detalles de su anillado permitieron rastrear su origen y confirmar su paso por Río Grande hace 26 años.

La especie de los playeros rojizos ha sufrido una notable declinación, y los biólogos trabajan incansablemente en su preservación. Antes, miles de estos pájaros llegaban a Río Grande y San Antonio en grandes bandadas, pero actualmente solo se registra un grupo de aproximadamente 1300 individuos.

Otro playero rojizo, B95 o Moonbird (pájaro de la luna) se hizo mundialmente famoso porque recorrió, durante su ruta migratoria, una distancia mayor a la que separa la Tierra de la Luna. La bióloga Patricia González lo anilló por primera vez en 1995 en Río Grande, Tierra del Fuego, y en 2012 volvió a anillarlo en la bahía de Delawere, en Estados Unidos.

El hallazgo del nuevo ejemplar disputa el récord de B95. Pero, sobre todo, resalta la importancia de seguir trabajando en la protección y conservación de estas aves migratorias en peligro de extinción. La historia de este playero rojizo, junto con la fama de B95, otro ejemplar famoso, demuestran la necesidad de preservar y proteger estas especies únicas y valiosas para nuestro ecosistema.

(Ph: Diario Río Negro)