El ñire patagónico ya es parte del Código Alimentario Nacional
El largo proceso de incorporación del ñire al Código Alimentario Nacional marca un hito en la valorización de los recursos naturales de la Patagonia.
La inclusión del ñire en el Código Alimentario Nacional como hierba para infusión representa un importante avance en la valorización de los recursos naturales de la Patagonia, especialmente de aquellos utilizados durante siglos por las poblaciones originarias.
Esta especie arbórea autóctona, que crece en los bosques subantárticos de Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut, ha sido objeto de investigación durante más de 15 años con el objetivo de integrar su uso tradicional dentro del marco legal alimentario del país.
Guillermo Martínez Pastur, investigador principal del CONICET en el Laboratorio de Recursos Agroforestales del CADIC, explicó en una entrevista con FM Master’s que este proceso, impulsado por un equipo interdisciplinario, requirió de extensos estudios científicos para garantizar su seguridad y viabilidad en el consumo moderno. «Es un proceso largo, de hace muchísimos años, que se viene trabajando en la región para poner en valor los productos locales que tenemos», señaló el científico.
Destacó, además, que este reconocimiento no solo pone en valor el conocimiento ancestral, sino que también asegura su aprovechamiento sostenible en la actualidad.
Nuevos usos
El ñire, conocido por sus propiedades aromáticas y su versatilidad, ha despertado interés en la gastronomía gourmet.
Con aceites esenciales que le confieren un aroma y sabor característicos, esta planta ha sido utilizada tanto en cremas y licores como en productos culinarios de alto nivel.
En un ejemplo de su potencial, Carlos Martinic, un concursante de Río Grande en el programa de televisión Bake Off empleó licor de ñire como ingrediente en uno de sus postres, resaltando su aplicación en la cocina de autor.
El trabajo conjunto entre el Ministerio de Producción y Ambiente de Tierra del Fuego, investigadores del CADIC, del INTA Santa Cruz y del Consejo Agrario de Santa Cruz fue fundamental para formalizar su inclusión en el Código Alimentario.
Sebastián Farina, jefe del Departamento de la Administración Forestal de la Dirección General de Desarrollo Forestal, recordó que la iniciativa comenzó a fines de 2021, y fue en 2022 cuando el proyecto fue presentado con mayor fuerza a nivel nacional, reflejando un creciente interés por explotar las cualidades del ñire en la industria gastronómica y de productos innovadores.
El ñire se suma así a otros desarrollos locales que, impulsados por emprendedores como Francisco Martínez, han logrado pasar de ser proyectos experimentales a productos comercializables, integrando la ciencia con la vida cotidiana. “Esto lo que hace es formalizarlo de alguna manera”, destacó Martínez Pastur, haciendo referencia a la comercialización del té de ñire, un producto que antes solo formaba parte del saber popular.
Sencillo y autóctono
El proceso de recolección y preparación del ñire para su consumo es sencillo. Las hojas se secan, reduciendo su peso original a la mitad, y luego pueden ser utilizadas como cualquier otra infusión.
Sin embargo, el reconocimiento del ñire no termina aquí. Si bien ha sido aprobado como hierba para infusión, su inclusión en otras categorías del Código Alimentario, como las bebidas alcohólicas, aún está en proceso. Farina explicó que para que el ñire sea reconocido en la elaboración de licores, será necesario iniciar un nuevo trámite, aunque confía en que el camino ahora será más accesible.
Este hito no solo legitima el uso del ñire, sino que abre nuevas oportunidades para la exploración de sus aplicaciones en la gastronomía y la industria alimenticia de la región.
Además, promueve la revalorización del conocimiento ancestral y el uso sostenible de los recursos naturales patagónicos, posicionando a especies como el ñire y otras plantas nativas en un lugar destacado dentro del mercado alimenticio nacional.
La incorporación del ñire al Código Alimentario no es solo un logro técnico, sino un paso hacia una mayor conciencia sobre los recursos locales. «Nos hemos acostumbrado a traer la comida desde Buenos Aires, pero la naturaleza aquí tiene un enorme potencial alimenticio y medicinal», concluyó Martínez Pastur, subrayando que la Patagonia aún tiene mucho que ofrecer.