El derretimiento de la Antártida occidental, un destino inevitable

Una investigación científica revela que el derretimiento de las plataformas de hielo de la Antártida occidental acelerará rápidamente, sin importar cuánto reduzcamos las emisiones. Las consecuencias se sentirán en todo el mundo.

El calentamiento global y su impacto en el derretimiento de las plataformas de hielo en la Antártida occidental están en el punto de mira de la comunidad científica. Un estudio reciente sugiere que este proceso, que aumenta el nivel del mar, es inevitable y podría tener graves implicancias para las comunidades costeras de todo el mundo.

La Antártida occidental, hogar del mayor volumen de hielo terrestre del planeta, se encuentra en un estado de transformación preocupante. Las plataformas de hielo costeras, esenciales para estabilizar los glaciares detrás de ellas, se están adelgazando debido al calentamiento del océano austral. A medida que estas plataformas de hielo se reducen, la velocidad a la que los glaciares vierten agua dulce en el océano aumenta, lo que contribuye directamente al aumento del nivel del mar.

Los científicos han centrado su atención en el Mar de Amundsen, una de las áreas más vulnerables de la capa de hielo antártica. Utilizando una supercomputadora de última generación, realizaron simulaciones exhaustivas que abarcaron más de un siglo. Estas simulaciones evaluaron diferentes escenarios de emisiones de carbono, desde un futuro optimista en el que se limite el calentamiento global a 1.5°C, según los objetivos del Acuerdo de París, hasta un escenario pesimista en el que las emisiones de combustibles fósiles no se controlen.

Los resultados son preocupantes. Incluso en el escenario más favorable, en el que se cumplan los objetivos del Acuerdo de París, se espera que el ritmo de calentamiento y derretimiento de las plataformas de hielo se triplique en comparación con la tasa histórica. Sorprendentemente, hasta 2045 no se observa una diferencia significativa entre los escenarios, lo que sugiere que el calentamiento de los océanos y el derretimiento de las plataformas de hielo son prácticamente inevitables.

El empeoramiento del derretimiento se debe al fortalecimiento de las corrientes oceánicas que transportan agua cálida desde las profundidades del océano hacia las plataformas de hielo costeras. Este proceso ha sido identificado como un factor clave en el adelgazamiento de las plataformas de hielo registrado por satélites.

El derretimiento de las plataformas de hielo es una de las principales causas del aumento del nivel del mar, y aunque no se puede calcular con precisión cuánto aumentará, se espera que acelere el ritmo del incremento en todo el mundo.

La Antártida occidental ya contribuye de manera significativa al aumento global del nivel del mar, perdiendo aproximadamente 80 mil millones de toneladas de hielo anualmente. Si todo el hielo de esta región se derritiera, el nivel del mar aumentaría hasta 5 metros, un escenario catastrófico para las comunidades costeras.

En este contexto, se plantea la pregunta de cómo enfrentar una noticia tan desalentadora. La científica atmosférica Kate Marvel sugiere que, en lugar de buscar esperanza, debemos encontrar coraje. El coraje implica hacer lo correcto sin garantías de un final feliz.

A pesar de que las perspectivas actuales son sombrías, mirar más allá del año 2100 ofrece una vía de esperanza. Las simulaciones muestran que el derretimiento de las plataformas de hielo podría estabilizarse a finales del siglo, lo que significa que todavía hay margen para prevenir cambios significativos en el siglo XXII y más allá. Esto destaca la importancia de planificar con anticipación para reducir el aumento del nivel del mar y proteger las ciudades costeras.

El cambio climático es un desafío global que requiere acciones audaces y decisivas. El estudio subraya la necesidad de adaptarse, proteger las comunidades costeras y planificar cuidadosamente para un futuro incierto. El coraje de afrontar esta realidad es esencial para garantizar un mañana más seguro en un mundo marcado por el impacto del cambio climático.

(Basado en el artículo publicado en The Conversation, autores: Kaitlin Naughten, modelador de hielo oceánico, Estudio Antártico Británico; Jan De Rydt, profesor asociado de Glaciología Polar y Oceanografía, Universidad de Northumbria, Newcastle; Pablo Holanda, científico de océanos y hielo, British Antártida Survey)